Mi historia con la medicina tradicional

Mi historia con la medicina tradicional no fue color de rosa. Cuando yo era chiquita, como hasta los 6-7 años, recuerdo que padecía de muchos temas respiratorios, asma, gripes, fiebres, etc, y recuerdo también que viviamos metidos en una clinica tradicional que quedaba cerca de mi casa. Recuerdo que me la pasaba entre nebulizaciones con esteroides que me quitaban el apetito y me adormecían, jarabes para la tos que me daban taquicardia u otros que tenian sabores espantosos.

Lo cierto es que mis papás hacían lo mejor que podían, pero la verdad es que los tratamientos no estaban teniendo éxito conmigo porque cada semana siguiente, volvíamos a la clínica.

Como enviado por Dios, llegamos a las manos de un homeópata y fue mi gran salvación. Lo que más admiré de ese doctor, es que veía más allá de los síntomas. Más que recetar antibióticos y calmantes, a diestra y siniestra, se enfocaba en reforzar mi sistema inmunológico, permitía al organismo desarrollar antivirus, y se enfocaba en el bienestar general de mi familia. Era ese tipo de doctor al que mi mamá preocupada llamada y le decía, oye mi hija tiene fiebre, y el respondia, como está de ánimos? Ella se ve bien, esta jugando, y el doctor muy tranquilo le decia, entonces no le des nada ¡Deja que su cuerpo responda! No te voy a negar que esas respuestas estresaban a mi mamá, pero yo con el tiempo me fui fortaleciendo, y las llamadas cada vez eran menos frecuentes.

Con él me atendí por muchos años, hasta que él emigró a otro país, y la realidad es que después de los 10, no recuerdo ir mucho al médico, simplemente ya no lo necesitaba.

Cuando me convertí en mamá y Matías comenzó a enfermarse una y otra vez y la Pediatra empezó a recetarle medicinas por cada cosa, supe de inmediato que tenia que buscar otras opciones porque nada de eso iba a mejorar a mi hijo. Necesitaba una opción mas natural.

Me encontraba viviendo en Panamá, que es un país muy pequeño y entre tanta cosa, no lograba conseguir un pediatra homeopático. Hasta que llegaron los Aceites Esenciales de dōTERRA y quedé enamorada. Era exactamente en lo que necesitaba para Mati. Reforzar el sistema inmune, mejorar su digestión, disminuir sus alergias, eliminar sus problemas en la piel, dormir mejor. Todo esto de manera natural sin tener que medicarlo cada dia y además sin causarle efectos secundarios!!!

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Un gran abrazo!

Con cariño,

Dani.